Una de las cosas más importantes que puedes hacer para pelear la deportación en la corte de inmigración es mostrar que eres una buena persona. La mayoría de las condenas penales hacen que sea difícil saber si una persona tiene un buen carácter moral, y la mayoría de los delitos o arrestos penales requieren una condena. Cuando un juez o jurado encuentra a alguien culpable es una condena.
Una condena, para fines de inmigración, también puede existir sin que un juez o un jurado que encuentre una persona culpable, si se cumplen las siguientes condiciones:
- La persona se declaró culpable o nolo contendere o ha admitido suficientes hechos para garantizar un hallazgo de culpa.
- El juez ha ordenado a la persona que sea castigada de alguna manera, multado o restringido la libertad de la persona.
Sin embargo, una condena no ocurre hasta que la corte emite una sentencia. Para fines de inmigración, una condena implica que una corte emita una multa o castigo. Del mismo modo, no hay condena si no hay un hallazgo formal de culpa.
No siempre está claro si alguien ha sido arrestado y condenado por un delito. Varios estados tienen leyes que reducen la gravedad de una condena. En algunos estados, la adjudicación se puede posponer si se alcanza un veredicto de culpabilidad o se hace una confesión culpable. Algunos estados tienen programas de desvío previo al juicio para mantener los casos fuera del sistema de la corte penal. En algunos casos, esto permite a una persona buscar tratamiento y evitar consecuencias duras de una condena penal.
