El 4 de junio, el presidente Biden anunció que el proceso de asilo se limitaría de nuevas formas. Si los refugiados son sorprendidos cruzando la frontera terrestre sur (la frontera entre Estados Unidos y México sin permiso), podrían ser enviados de regreso a México y no recibir asilo. Las nuevas restricciones entraron en vigor inmediatamente, a partir del 5 de junio.
Estas restricciones no son permanentes y sólo se activarán cuando los agentes fronterizos arresten a un promedio diario de 2.500 inmigrantes durante una semana. Por lo tanto, las restricciones se detendrían cuando los arrestos caigan por debajo de los 1.500 inmigrantes por día. Sin embargo, según el Departamento de Seguridad Nacional, existen excepciones para niños no acompañados, personas que albergan afecciones médicas graves o amenazas a su seguridad y víctimas de trata de personas.
Las personas que sean inmigrantes y tengan miedo de regresar a sus países de origen serán examinadas para obtener protección humanitaria. Si no se les concede la libertad condicional, podrían ser deportados y enfrentarse a una prohibición de cinco años de volver a entrar al país e incluso a cargos penales.
En una reunión de prensa en la Casa Blanca para explicar la proclamación, Biden dijo que los inmigrantes aún podrían obtener asilo si concertaban una cita utilizando la aplicación CBP One u otras rutas legales en lugar de cruzar ilegalmente.
“Esta acción nos ayudará a obtener el control de nuestra frontera y restaurar el orden en el proceso”, dijo. “Esta prohibición permanecerá vigente hasta que el número de personas que intentan ingresar ilegalmente se reduzca a un nivel que nuestro sistema pueda gestionar de manera efectiva”.
Quedan muchas preguntas sobre la funcionalidad de esta nueva regla. Si tiene alguna duda sobre su situación migratoria, consulte con un abogado experto en defensa de deportación tan pronto como pueda. ¡Nuestros abogados de inmigración en J. Molina Law Firm lo ayudarán a proteger su sueño americano!